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El vidrio de control solar (también conocido como solar-e o vidrio espectralmente selectivo) es un vidrio doble térmicamente reforzado al que se le añade una fina capa transparente en una de sus laminas, de tal manera que -además de las funciones del doble vidrio- sin perjudicar la cantidad de luz reduce la cantidad de calor solar (energía de onda larga) que absorbe el vidrio y la cantidad de calor solar que pasa del exterior al interior a través del vidrio.
El vidrio de control solar es incoloro y deja pasar el máximo de luz del día (energía de onda corta). Esto lo diferencia de los vidrios tintados o teñidos, que también sirven para controlar la transmisión de calor solar, pero tienen el inconveniente que reducen la luz y la visibilidad, y se calientan mucho por la elevada absorción del calor que experimentan.
El vidrio de control solar es muy recomendable en países con veranos muy calurosos
Evita la sensación de agobio que produce el excesivo calor y reduce sustancialmente el gasto eléctrico en aire acondicionado.
El vidrio de control solar se puede combinar con otras funciones: baja emisividad, aislamiento acústico, seguridad personal en caso de rotura accidental, auto-limpieza, y seguridad en caso de robo o vandalismo.
El vidrio de control solar también se puede combinar con la instalación de complementos de protección solar y visual más tradicionales que reducen la radiación directa del sol: persianas, mallorquinas, celosías, o screen cortinas.
Todos estos complementos –al oscurecer la habitación- reducen el calor solar que entra en contacto con el vidrio.